Guion: Robert Kirkman / Dibujo: Tony Moore & Charlie Adlard
He terminado el tomo 15 de esta serie, estamos hablando de los números The Walking Dead # 85-90, es decir, casi llegando a 100 números, y como desde el número 1 sigo con los cinco sentidos puestos en el cómic y continuo devorando con avidez cada una de sus páginas.
Parece mentira cómo esta serie con un tema tan trillado, como es el de los zombies, cree esta adicción y cómo mantiene la tensión número a número sin desfallecer, cómo consigue a fuerza de golpes de efecto y de cambios de inflexión para renovar y dar una nueva perspectiva para el siguiente tomo y seguir manteniendo todo nuestro interés.
Si pensamos en las películas de George. G. Romero vemos que estos zombies no difieren de los que nos han mostrado en sus películas: lentos y torpes pero con mucha determinación en conseguir carne fresca.
El arranque del cómic, como en las películas con estos seres, comienza con un despertar del que se presupone que va a ser el protagonista (Rick) en un hospital para darse cuenta que todo el mundo que conocía ha variado y su angustia en la búsqueda de su familia.
A partir de ahí, la trama se centra en cómo afrontar esta nueva realidad con la que se han encontrado los supervivientes a los que se ha une Rick. Las relaciones entre estos personajes se convierte, también como era de preveer, en el centro de atención del cómic, más que la continua huida o lucha contra los muertos, las relaciones entre los miembros del grupo, las interacciones con otros supervivientes, el intento por lograr una estabilidad, la búsqueda de un lugar en el que puedan establecerse pasan a ser el eje central de la trama.
Robert Kirkman revisiona, al igual que ha hecho con el mundo de los superhéroes con su creación Invencible, el género de los zombies, con los mismos tópicos tantas veces visto en los filmes, crea un mundo totalmente arrasado, postapocalíptico se podría decir, en el que un grupo de personas trata de encontrar su lugar. Las personas que encuentren no tendrán lo valores que conocían, saldrá a relucir lo peor, lo más primario que tenemos en nuestro interior por lo que a veces no se sabe quién es peor si esos muertos vivientes con los que si sabemos a lo que atenernos o nosotros mismos.
Si pensamos en las películas de George. G. Romero vemos que estos zombies no difieren de los que nos han mostrado en sus películas: lentos y torpes pero con mucha determinación en conseguir carne fresca.
El arranque del cómic, como en las películas con estos seres, comienza con un despertar del que se presupone que va a ser el protagonista (Rick) en un hospital para darse cuenta que todo el mundo que conocía ha variado y su angustia en la búsqueda de su familia.
A partir de ahí, la trama se centra en cómo afrontar esta nueva realidad con la que se han encontrado los supervivientes a los que se ha une Rick. Las relaciones entre estos personajes se convierte, también como era de preveer, en el centro de atención del cómic, más que la continua huida o lucha contra los muertos, las relaciones entre los miembros del grupo, las interacciones con otros supervivientes, el intento por lograr una estabilidad, la búsqueda de un lugar en el que puedan establecerse pasan a ser el eje central de la trama.
Robert Kirkman revisiona, al igual que ha hecho con el mundo de los superhéroes con su creación Invencible, el género de los zombies, con los mismos tópicos tantas veces visto en los filmes, crea un mundo totalmente arrasado, postapocalíptico se podría decir, en el que un grupo de personas trata de encontrar su lugar. Las personas que encuentren no tendrán lo valores que conocían, saldrá a relucir lo peor, lo más primario que tenemos en nuestro interior por lo que a veces no se sabe quién es peor si esos muertos vivientes con los que si sabemos a lo que atenernos o nosotros mismos.
Kirkman con la ayuda, en un primer lugar por Tony Moore y posteriormente con Charlie Adlard (los grises de Cliff Rathburn) han creado un universo angustioso, asfixiante y apasionante, donde las historias nos dejan sin respiración, con carismáticos personajes con los que no te puedes encariñar pues no sabes si a la vuelta de la página están siendo devorados por una horda de muertos.
De la serie de TV hablaremos otro día.
De la serie de TV hablaremos otro día.
Uno de los cómics que mas engancha de la ultima decada. Y con casi 100 números no ha perdido fuelle y sigue emocionando como ninguno. En cuanto a la serie a mi me gusta tambien. Han cogido solo los personajes y han ido por otros derroteros.Para mi mejor, para que quiero ver la misma historia que en el cómic. Hay gente muy radical y purista diciendo que es una mierda, y tampoco es eso. No esta mal y tiene sus buenas escenas.
ResponderEliminarDe todas formas a cualquiera que le guste la serie hay que recomendarle el cómic. Aun sigue siendo desconocido por los profanos del cómic y puede gustar a los que estan alejados de este medio. He dicho!
Y muy bien dicho! A mi la serie también me gusta, además estoy de acuerdo con que siga derroteros parecidos pero no iguales. El comienzo de la segunda temporada me dejó un poco frío pero poco a poco arrancó y los episodios finales de la temporada me han encantado.
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