domingo, 15 de abril de 2012

Diario de un ingenuo de Émile Bravo



En una de mis "ocasionales" visitas a la tienda de cómics, resulta que, extrañamente, no había ninguna novedad, ni adquisición pendiente y para que el viaje no resultase infructuoso recordé una recomendación de un amigo y asímismo el haber leído críticas muy positivas de un álbum escrito y dibujado por un tal Émile Bravo. Cierto que tenía mis reticencias, pues escribía y dibujaba de un personaje que nunca me atrapó del todo como sí lo hicieron Tintín o Asterix. Para quien aún no lo haya adivinado hablamos de Spirou, y en concreto del álbum "Diario de un ingenuo".








Émile Bravo nos transporta a 1939, época convulsa, dónde la sombra de la guerra cae sobre el continente. Bravo aborda la inminente invasión de Polonia por parte de la Alemania nazi y lo hace situándonos como testigos de las negociaciones, llevadas a cabo en el Hotel Moustic, de una delegación polaca y otra aleman, que tratan de detener una situación que de pasar (pasó) sopondría el inicio de acciones bélicas y nos llevaría a una guerra a gran escala.

El autor trata de responder a preguntas que los más fieles seguidores de Spirou siempre se habían preguntado y responde de manera inteligente, sin traicionar el espíritu del personaje y de manera que nadie pueda sentirse defraudado.





Y ¿qué encontramo?. Pues a un jovencito Spirou más humanizado que nunca, un chico sin familia, pobre, viviendo en penosas condiciones con su mascota, inquieto, atrevido y enamorado de una misteriosa chica que le ayuda a tener consciencia de las corrientes ideológicas que circulan en la época.




Como comenté antes, Bravo, con esta puesta en escena no distorsiona lo que los lectores conocen de nuestro personaje; consigue hacernos creer que antes del héroe internacional, existió un sencillo botones, enamorado y que es empujado por los avatares de la historia.



En cuanto a la parte artística, el dominio de Bravo de la linea clara es absoluto; los más entendidos hablan de la gran influencia que ha tenido del malogrado Yves Chaland, aunque en este álbum nuestro autor realiza un dibujo más tradicional, cercano a la BD francobelga más clásica, con muchas viñetas por página y muchos diálogos.



Todo el espíritu de esa época es puesto maravillosamente en escena por el autor, con pocos detalles al azar, gestionando estupendamente el espacio y el tiempo.
En resumidas cuentas, nos encontramos una historia que otorga a Personaje de una nueva profundidad.Vemos a Spirou implicándose en temas políticos, descubriendo el amor y conociendo a un tal Fantasio...
Obra muy recomendable, de las que dejan un poso en tu interior y la evocas con una sonrisa.

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