viernes, 29 de junio de 2012

MANGA

La Real Academia de la Lengua en su afán investigador y de tenernos al día en cuánto a voces y a nuevos términos, ha tenido a bien, tras arduas noches en vela debatiendo distintas acepciones, darnos la definición de "manga":
"manga. (Del jap. manga). 1. Género de cómic de origen japonés, de dibujos sencillos, en el que predominan los argumentos, eróticos, violentos  y fantásticos. 2. adj. Perteneciente o relativo al manga. Vídeos, estética manga."

La AEAC (Asociación Española de Amigos del Cómic) ha solicitado la rectificación del término. A juicio de la Asociación esta definición se debe a un "desconocimiento  de esta institución hacia el denominado noveno arte".
El Presidente de la AEAC, Emilio Gonzalo, matiza:
"Para todos es evidente que una disciplina artística tan relevante, que tantas obras maestras universales nos ha regalado y que nos sigue deleitando a diario, no puede reducirse por una Institución tan distinguida a tan apabullante sencillez".

No puedo estar más de acuerdo con esta afirmación.
Mi admirado Arturo Pérez Reverte, miembro de la RAE, se ha pronunciado sobre la polémica definición a través de su cuenta de Twitter:
"La definición de Manga es mejor que esté, aunque sea imperfecta, a que no esté. Para eso sale. Para trabajarla y corregirla de aquí a 2014".
En mi humilde opinión, con poquito que la hubiesen trabajado antes de emitirla, les hubiese salido mejor.

Como la mejor respuesta es poner algún ejemplo, a continuación tres grandes obras, dos de ellas obras maestras y una tercera, una pequeña joya:

ADOLF, de Osamu  Tezuka.

¿Qué se puede decir de Osamu Tezuka? ¿De alguien a quién se le apoda "el rey del manga"?, de quién sentó las bases del manga. El  impacto e influencia de sus obras aún persiste en los autores noveles japoneses. 

Sinopsis:
Un periodista japonés (Sohei Toge) que cubre las Olimpiadas de Berlín de 1936, recibe la llamada de su hermano. Éste le comenta que tienen que verse para pasarle cierta información sorprendente. Al ir a visitarle se encuentra que su hermano ha sido asesinado. 
Así comienza la investigación de Toge por encontrar al asesino y que le llevará a rebuscar en las tripas del nazismo.
Al mismo tiempo se nos cuenta la historia de dos niños, uno alemán, hijo de nazis, y otro judio. Tezuka  nos narra como su amistad inquebrantable comienza a peligrar. Todo ello tiene lugar a raiz  del envío del chico alemán a una escuela hitleriana.
Esta historia coral, con el transfondo de la Guerra Mundial, está llena de matices, de odios, de rencores, de alegrías,... en resumen un compendio de emociones que elevan esta obra a uno de los grandes referentes de la II Guerra Mundial.


Son muchos los temas que aborda Tezuka en esta obra, entre otros, las "especiales" relaciones entre Japón y Alemania. El autor nos muestra cómo no todo se reduce a buenos y malos, sino que existen muchos matices en la intervención japonesa en la 2ª GM, aunque, por supuesto, siendo muy crítico con esa política y no disculpándola. Tezuka, a través de las paginas de su obra, nos enseña  como el gobierno japonés mantiene una desinformación constante a la población, además de engañarla, haciéndole creer que la guerra iba muy bien. Denuncia a la policía Secreta japonesa por sus técnica represiva, los derramamientos de sangre y las torturas infligidas


El sistema de educación japonés también es objeto de su crítica.


 
La historia de los dos Adolf (el chico judío y el chico nazi) también nos hace reflexionar sobre los vaivenes de la vida, de cómo el "lavado de cerebro" lleva a romper esa amistad, a cometer actos brutales, a trepar en el entramado nazi,...  
Todo esto, el autor lo pone sobre el tapete para enseñarnos como gente normal, se ve arrastrada por lo que le deviene alrededor, como es obligada a sacar a relucir lo más oscuro de nuestro interior.

La maestría de Tezuka en armonizar todo este relato coral, con saltos en el tiempo y de lugar, para al final converger en un punto común, la cuidada ambientación, el estilo detallado y su magnífica capacidad narrativa hace que no pare de recomendar a todo el mundo esta obra maestra sin paliativos. Una obra que cala en tu corazón.





EL LOBO SOLITARIO Y SU CAHORRO. Kazuo Koike y Goseki Kojima

Otra obra de referencia. Y no solamente en su país de origen sino que su influencia ha influido de manera fundamental en autores como Frank Miller o Max Allan Collins.
¿De qué va este manga?.
Pdemos decir que se trata de un relato que retrata el Japón feudal (+o-Siglo XVII) a través de la historia de Itto Ogami, albacea oficial del Shogún.
Itto es el encargado de asistir al seppuku o más conocido al hara-kiri, o sea al suicidio ritual de la nobleza, éste era llevado a cabo para restituir el honor perdido.



A estos nobles se les ordenaba que se suicidaran  y el albacea, tras el apuñalamiento propio en el estómago, le cercenaba la cabeza, evitando así el más sufrimiento. La figura del albacea tenía gran reconocimiento.
La historia de Itto Ogami comienza cuando un clan, los Yagyu, ambicionando el puesto de albacea, elimina a toda la familia de Ogami y le acusa falsamente de conspiración. Nuestro protagonista se ve abocado a convertirse en un ronin (samurai sin señor) y junto al único superviviente de su familia, su hijo Daigoro, se embarcan en el "camino del infierno, en el que sólo existen dos posibles finales: la venganza o la muerte.

Los autores nos embarcan en un viaje por ese Japón feudal, un periodo histórico oscuro, lleno de violencia y traiciones. Asimismo conocemos  los rigurosos códigos por los que se regían los samurais (Bushido).

El camino que emprenden Itto Ogami y Daigoro está plagado de dificultades. Somos testigos del amor de un padre por su hijo, de la nobleza del protagonista, de las traiciones de personas de confianza, de la avaricia y envidia que pueblan el alma de las personas.

El guionista (Koike) no sólo muestra sus grandes conocimientos históricos, sino que además nos refleja a través de su personajes la naturaleza real de las personas: el amor, la lealtad, la soledad, el servilismo, las formalidades de la corte, la estricta disciplina del código del samurai.
El dibujo transmite fuerza en todas sus viñetas. La narrativa te atrapa y te seduce con sus silencios, con sus luchas encarnizadas, con sus paisajes. El dibujo no es limpio e incluso a veces un poco confuso, pero funciona a la perfección en la historia narrada.

Hay que ser valiente para embarcarse en la aventura de ponerte delante de 8.700 páginas, divididas en 20 tomos, pero sin lugar a duda es una de las lecturas más apasionantes que han pasado por mis manos.


EL ALMANAQUE DE MI PADRE. Jiro Taniguchi.

Taniguchi con su trazo realista, limpio y muy detallista, realiza un cómic constumbrista, llena de sensibilidad y poesía.
En la obra se nos cuenta la historia de un joven fotógrafo japonés que se traslada a su pueblo natal para asistir al entierro de su padre.
A partir de ese momento y durante el velatorio, el joven irá descubriendo, como su padre era una persona muy diferente a la que habitaba en sus recuerdos.
Poco a poco, Taniguchi, nos narra la evolución de la consideración que tenía de su padre el joven fotógrafo. Y lo hace a través de viajes entre el pasado y presente. Todo ello echo de manera tierna y evocadora. 
Esta maravillosa y recomendable obra debería hacernos reflexionar sobre cómo juzgamos o cuánto llegamos a conocer a las personas. 





No hay comentarios:

Publicar un comentario