Otro escritor nórdico que es capaz de mantenernos intrigados durante las 400 y pico páginas.
La verdad es que es sorprendente las cantidad de buenas novelas de misterio y de género policíaco que están naciendo por esos fríos lugares.
Jussi Adler-Olsen lleva vendidos más de un millón de ejemplares de los cuatro títulos basados en el Departamento Q. Además ha sido acreedor de los premios Glass Key y el Gyldne Laurbaer (Creo que este último es muy prestigioso).
¿De qué va el libro?
Pues tenemos de protagonista a Carl Mork, un competente investigador criminal, que en acto de servicio recibe un disparo y en el que además, muere un compañero y casi pierde a otro. Este suceso le marcará y le volverá un hombre atormentado.
A este personaje le añadimos el exótico ayudante, El-Assad, un joven sirio con un origen misterioso, que será un contrapunto perfecto para el malhumorado policía.
El Departamento Q es creado para investigar casos cerrados, pero con algunos flecos pendientes. En esta primera novela se nos cuenta cómo se crea, quién lo va a integrar y cual va a ser el primer caso del que se van a ocupar.
Adler-Olsen crea un magnífico thriller con un ritmo trepidante, en el que la acción transcurre sin pausa. Los personajes están muy bien retratados. Todo ello hace que desees acabar su lectura lo más rápidamente posible. El autor juega con dos tramas para mantenerte en tensión y que quieras descubrir en qué momento convergen ambas o incluso si al final llega a ocurrir.
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